Biblioteca Pública
El edificio principal se presenta con un módulo suspendido con ventanales con vista al exterior mediante paneles metálicos perforados para controlar la luz natural, puro, sobrio y geométrico, que parece desafiar la gravedad mediante su gran voladizo.
Este gesto arquitectónico no es solo estructural, sino existencial: la volumetría flotante simboliza la elevación del pensamiento.
La planta baja completamente acristalada es la base transparente del saber accesible, una metáfora del conocimiento abierto, democrático y compartido.
Las bibliotecas visibles desde el exterior, iluminadas cálidamente, se convierten en vitrinas del pensamiento humano.
La transparencia de los cristales confronta la opacidad del volumen superior, marcando una tensión filosófica entre lo visible y lo oculto, lo finito y lo infinito, lo cotidiano y lo trascendente.
